De pantallas mutables y sonidos compartidos

26 de May de 2020
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Sonic Gathering VII, dirigido por John King. Músicxs: Sergio Sorrentino (Vercelli, Italia), Jorge Chikiar (Buenos Aires), Gelsey Bell, Steve Swell y John King. Coreógrafxs/bailarinxs: Brandon Collwes, Anna Witenberg, Casey Hess y Claire Westby. Videoconferencia por Zoom. Función: 06/05/2020.

Sonic Gathering es presentada por su artífice, el prolífico John King, como una iteración que nuclea a un grupo de bailarinxs junto a un ensamble rotativo de músicxs. Una iteración implica la repetición de un proceso con la intención de alcanzar un objetivo particular. Los resultados de cada repetición son el punto de partida para el siguiente encuentro. El contexto de pandemia obliga que este ensamble esté situado en distintos lugares, actuando en simultáneo a través de un software que no sólo permite la comunicación dentro de la puesta sino que además nos provee de un espacio escénico virtual, abierto a un público remoto. La propuesta surge como resultado de una confluencia humana y tecnológica, desarrollándose en simultáneo en espacios reales y virtuales.

Participar de la propuesta implica una serie de ajustes previos. Al ingresar a la reunión (favorecida por la tan en boga aplicación Zoom), el video y audio de lxs espectadorxs es apagado y se solicita dejarlo de esa manera hasta el final, cuando se abre un espacio de charla e intercambio. Una vez adentro, se invita a configurar el video para ocultar a aquellxs participantes que no lo usen, logrando que en pantalla solo aparezcan lxs artistas. La opción de “Vista de galería ” permite ver a todxs lxs artistas a la vez, que es cómo la pieza está diseñada, pero también se deja abierta la posibilidad de ver sólo la ventana de unx artista individual o incluso alternar, creando, cada concurrente, su propio viaje visual.

Dentro de este escenario virtual, alojado en nuestras pantallas, podemos apreciar la acción de bailarinxs y músicxs (según ellxs vayan habilitando o apagando sus cámaras) cual fichas de un Tetris que se reacomodan constantemente generando nuevas combinaciones. Este escenario es mutable no solo en su estructura (cómo se organiza cada imagen en relación a las otras según algún logaritmo desconocido) sino también en su textura (lo que sucede a nivel retórico dentro de cada toma: las decisiones de dónde poner la cámara, el espacio, los cambios de vestuarios, etc.). Sonic Gathering es una experiencia en la que los dispositivos empleados para su desarrollo cobran gran relevancia en la habilitación de procesos de producción de sentido. Estos hiperdispositivos habilitan nuevas formas de construir un estar juntxs en lxs intérpretes, poniendo en relación niveles de realidad distanciados o de imposible contacto.

La propuesta aparece como una expresión multimedial que envuelve el cuerpo y sus funciones. El espectáculo es abierto a un público que asiste a través de una videoconferencia, proponiéndose entonces un modelo de comunicación abierto y ramificado. Lo real y lo virtual se encuentran en dialogo, en fusión, en retroalimentación. Existe una persona que es capturada por una cámara que se conecta a una red que construye un código que se decodifica a través de otro ordenador. La respuesta emitida sufre las mismas transformaciones antes de ser captada por unx otrx real que habita del otro lado de los dispositivos. La escena, como una totalidad, está construida en ese “entre”, en un mundo virtual que se entreteje con lo que va sucediendo en las micro-escenas reales. Este “entre” tiene una materialidad propia que es presentada en sí misma como acontecimiento escénico.

Desde un enfoque teórico, podríamos pensar que la metonimia que opera en la presentación de la ausencia construye el efecto de que la tecnología tiene la capacidad de acercar, de unir, pero esto no deja de ser un efecto y, desde este punto de vista, hay cierta magia que se pierde (eso que aparece en la pantalla sigue estando en un espacio otro, la relación de distancia no se modifica). Ahora bien, este globo que acabo de pinchar no le resta nada al placer de disfrutar como espectador de varias de estas experiencias. Me seduce e interpela cuando la convivencia de tiempos y espacios inconexos se ve atravesada por un alto contenido estético. Sonic Gathering es una creación en red atravesada por múltiples pares dicotómicos (cuerpos reales y virtuales en diálogo, presencia/ausencia, materia/imagen de la materia) y por un maravilloso punto de encuentro: el “ahora mismo” propio de nuestra era tecnológica con el “ahora mismo” de la danza en tanto expresión efímera.

Al encontrarnos con estas múltiples materias de la expresión articuladas, cada una construye  escenas enunciativas específicas. En estos dispositivos, el estar conectado acentúa los recursos y discursos del estar en contacto como una propuesta meta: una puesta en escena de la interactividad. Nicolas Bourriaud sostiene que “el arte es la organización de presencia compartida entre objetos, imágenes y gente”. En muchas de las prácticas contemporáneas que describe, el estar-juntxs se convierte en tema central, porque de lo que se trata es de la posibilidad de elaborar colectivamente el sentido. “El arte”, sostiene el autor, “es un estado de encuentro”. Sonic Gathering también lo es.

 

*Todas las imágenes son capturas de pantalla hechas por Mauro Cacciatore y gentileza de Sonic Gathering VII y de sus autorxs.

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Mauro Cacciatore

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