El placer de la esfera

4 de July de 2025
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Juego del tiempo dirigida por Margarita Bali y Gerardo Litvak y producida por el Teatro Nacional Cervantes. Idea: Gerardo Litvak. Intérpretes: Margarita Bali. Diseño de vestuario: Mónica Toschi. Diseño de escenografía: Graciela Galán. Diseño sonoro: Gabriel Gendin. Realización de máscaras: Eugenia Bekeris. Realización de video: Margarita Bali. Audiovisuales: Agustina Piñeiro. Música: Gabriel Gendin. Diseño de iluminación: Eli Sirlin. Asistencia coreográfica: Carla Rímola. Asistencia técnica: Agustina Piñeiro. Producción: Equipo Jdt. Coreografía: Margarita Bali. Dirección: Margarita Bali,. Duración: 60 minutos. Función: 31 de mayo. Galpón de Guevara: Guevara 326, CABA.

Los automóviles roncan, y el paso de los camiones me induce a maldecir mi destino citadino, encuentro paz viviendo las metáforas del océano (…). Si el rodar de los coches se hace doloroso me ingenio para encontrar en él la voz del trueno, de un trueno que me habla
Gastón Bachelard, La poética del espacio.

 

 

Circula en tu cuerpo una imagen del tiempo. Danzan tus ángulos afilados, danza tu sombra diferida, violeta y precisa.

Margarita. Tus gestos recrean las danzas que te pueblan, este ser, el de hoy y otros tantos devenires. Espectadora de su trayectoria, su presente la contempla frente a las proyecciones de una pantalla expandida que diseña un paisaje en formato audiovisual que nos convida una manera de estar en el entorno.

Margarita juega a dar imagen a las sensaciones, a los afectos y voluptuosidades. Imagina formas de hacer aparecer el tiempo. Por un lado, muestra su devenir acuático, su marejada, su orilla de espuma, pero también expone una cronología de su historia en la danza, la observa. Sentada en una silla frente a los fragmentos proyectados logra traspasar la pantalla y llegar hasta ahora, deíctico que nos señala lo que está aconteciendo y resalta el presente, te trae hasta acá y luego te deja ir. ¿No es esa una tarea importante que propone la pieza artística?

¿Y la presencia de tu cuerpo coreografiando el decir? Con la palabra nombrás una secuencia de pasos, un hacer en danza. Margarita, tu obra toma decisiones. Aún en la multiplicidad de posibles, en los desvíos, hay un trazo que se hace visible pero no obtura, deja entrever, percibir, respirar la atmósfera, como una mañana que despunta neblinosa donde quedan suspendidos el aire y el agua.

Agua que avanza. Te sumergís en ella, junto a otros seres marinos, deslizándote en ese medio como lo configuran tus imaginaciones, ¿o planeas un vuelo? Formas planas desprendidas del carrete fílmico que se proyectan, y vos allí, contemplando esa historia enfatizada en tu lomo. Tu historia es también tu carga. Película de todas las danzas, en reciprocidad con este presente; ademanes que remarcan el movimiento vital de la creación. 

Margarita Bali/ Wanda Lopez Trelles

 

En esta obra hacés referencias a las piezas artísticas de tu prolífico camino. Veo pasar imágenes en periódicos, notas, nombres y filmaciones. Todas las que fuiste y la que sos están acá, observando su propio recorrido. Estás habitada de cuerpos de accesos laberínticos. Mirás cómo las escaleras convergen, se multiplican, suben o bajan, se imbrican, igual que en mis sueños. 

La composición musical es por momentos orquestada, con sonidos de suspenso y suaves crujidos de carrete de diapositivas. Está acompañada por una construcción escenográfica y lumínica que presenta contrastes entre negro, grises y blancos, con  saltos, interrupciones y manchas del fotograma. Todo me remiten a la estética del “cine negro”. Mientras tanto, contemplás, realizando una interpretación perfomática de la biografía de la danza como un ciclo vital que te trae hasta aquí.

Margarita es intérprete-creadora del juego del tiempo en un sentido amplio. Su obra es materialidad y ciclo vital que reflexiona sobre su propio hacer, su heurística y sus modos específicos de composición, un metalenguaje de la danza en formato expandido hacia el video. 

Proyecciones del espacio exterior, cúmulo, nebulosa de danzas y asteroides. Movimiento lunar, el placer de la esfera se hace manifiesto. Ella se vuelve poderosa en el círculo y gira ondulando la columna tras el tic-tac que multiplica el tiempo. Entonces el universo se confunde con el océano, mostrando la fusión. Nos das a entender que tanto el océano como el espacio exterior están constituidos de movimientos ondulantes, espiralados, teñidos de púrpuras, azules y brumosos blancos. 

Territorios habitados de cuerpos gravitantes del cielo y del mar en las profundidades. Allí, donde nadan los rostros desnudos entre filamentos luminiscentes que despliegan y desenlazan cadencias del agua. Allí, los movimientos y colores aparecen en  variaciones del añil, mientras los brazos revuelven la espuma.

Margarita y los múltiples tiempos, el de la escena a la que asistimos, el de la memoria yuxtapuesta. Crea un montaje de relaciones espacio temporales posibles y simultáneas de un trazado biográfico.

En esta obra el pasado y el presente no están lejos, de hecho, casi se tocan, y aparecen forjando un futurismo del mar que repite, incesante, una retirada y un avance, lo hace hasta tocarme con la impetuosa sensación de la marejada que se acerca, irrefrenable.

Me quedan inscritas en las palabras las danzas que fuiste como imágenes. Se me arman los gestos que vas nombrando al tiempo que creás este acontecimiento, el de las danzas que sos. Bailar las cadencias que te inspiran, oleaje, pájara, espuma y bailarina.

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Foto portada: Margarita Bali/ Wanda Lopez Trelles

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Mercedes Osswald

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