El número 14 de Revista LOÏE. nos encuentra en una situación que no podemos dejar de nombrar porque, como venimos sosteniendo desde hace años como política artística, social, identitaria y de comunicación, nombrar es hacer existir. La escritura (y su publicación) contribuye a visibilizar la danza en todas sus dimensiones -escénicas, pedagógicas, experimentales, pero también sociales y económicas-, colabora en la divulgación de la inmensa cantidad de investigación que se realiza sobre el movimiento, favorece el intercambio entre lxs diferentes trabajadorxs del arte, interpela pensamientos y prácticas.
Así, no queremos dejar de hablar del grave desfinanciamiento que las distintas esferas del arte y del conocimiento están sufriendo en estos momentos en la Argentina: la universidad pública -entre ellas, la Universidad Nacional de las Artes, cuna de este proyecto y de muchxs de nuestrxs colaboradorxs-, los diferentes institutos de fomento a las actividades artísticas -como el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Fondo Nacional de las Artes (FNA), el Instituto Nacional del Teatro (INT), entre muchos otros-, los espacios estatales de desarrollo e investigación científica, como el CONICET, etc. Este escenario, lejos de contribuir a una supuesta lucha contra los manejos espurios de fondos del estado, tiene el objetivo de complicar el funcionamiento y debilitar a un sector de la sociedad muy activo y pujante en defensa de los derechos humanos y culturales de los pueblos, con pensamiento crítico y con una gran capacidad de organización colectiva.
Desde nuestro humilde pero sustancioso lugar, seguimos queriendo construir danza y comunidad a pesar de todo y, principalmente, por todo. De este modo, y mientras nos sea humanamente posible, continuaremos escribiendo, publicando y circulando palabras en movimiento, entendiendo la importancia de sostener para compartir. Porque es en los vínculos y en los intercambios donde la cultura encuentra su lugar y se hace fuerte, tal como lo mencionan de una manera u otra lxs diferentes autorxs que escriben en esta ocasión.
La edición actual nos encuentra entonces navegando entre plataformas de archivo, prácticas performáticas y curatoriales atravesadas por la digitalidad y la intermedialidad, interpelaciones hacia la relación entre el cuerpo y la tecnología, propuestas de danza degustada y crítica poética, alguna que otra performance accidentada y danzas como viajes para repensar experiencias corporales.
Así, Marisa Hayes en su abordaje sobre el videodanza Transport de Amy Geenfield, encuentra nexos de creación entre la escritura, lo visible y sus lecturas a partir del concepto griego de “ekphrasis” e invita a pensar la descripción crítica de danza como un modo de investigación legítimo; Alejandra Rondón analiza en su artículo diferentes escenarios intermediales de prácticas performáticas y destaca la importancia de la cultura y el territorio como elementos que habilitan relaciones determinantes al momento de reflexionar sobre las obras; por su parte, Bárbara Santos Da Silva nos invita a formar parte de su concepción del arte como herramienta de comunicación y a crear asociaciones entre los sentidos corporales y los afectos a partir de compartir una comida; mientras que Andrés Celis refiere en su texto a una búsqueda, la de dinamizar, mediante la videodanza, fragmentos de la novela Pájaros de la Playa (Sarduy, 2011) desde el cuerpo presente en el mundo indagando en las relaciones, asociaciones, agenciamientos, alianzas, modos y afectos del cuerpo en el texto. Lucas Saccon aborda tres casos, entre los que se incluye su propio trabajo, para revelar cómo, en detrimento de cierto estatuto de las corporalidades subyugadas y disminuidas por las tecnologías contemporáneas, es posible encontrar un lugar en el arte para cuerpos situados en un terreno común de experimentación y transfiguración. Mercedes Osswald entrevista a Graciela Taquini, referente de la curaduría argentina y mentora de Legado.ar, y conversan sobre la importancia de mover la escena del espectadorx, el valor de compartir y de cómo el cuerpo puede ser revolución. Mauro Cacciatore escribe sobre el Festival Internacional de VideodanzaBA en su edición clausura y de la práctica curatorial como un modo de construir sentidos y lazos. Ambos nos hablan del valor de la memoria en la gestación de una historia de la que todxs nosotrxs formamos parte. Y, como siempre, en nuestra sección permanente de Críticas, escriben también, Mercedes Osswald y Mauro Cacciatore; la primera sobre No estoy solo de Iván Haidar, una obra que se ocupa de la presencia/ausencia de un cuerpo y de cómo encontrarse (o no) entre realidades, digitalizaciones, (in)materialidades e imágenes, y el segundo sobre Daño involuntario de Fabián Gandini, de naranjas atropelladas, cuerpos (in)animados y modos de contemplación.
De esta manera, sosteniendo el nombrar y el decir, lxs invitamos, queridxs lectorxs-tec, a esta nueva edición, con el firme objetivo de fortalecer vínculos, resistir en colectivo y abrazarnos.
Bienvenidxs a LOÏE 14…
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Susana Temperley * Directora
Magdalena Casanova * Editora