LOÏE. 13

Ejercicio del vínculo: la mixtura de artes como trabajo colaborativo

14 de diciembre de 2023
Disponible en:
Español

Es mediodía, estoy en Chacarita, barrio que se ha transformado en el último tiempo y viene creciendo como polo cultural. Llevo conmigo una tarea, entrevistar a dos de las personas que idean y llevan adelante Fundación Cazadores, Viviana Romay, como fundadora y Directora General, y Daniel LevinFrieder, como Director Institucional. En mí, tengo las preguntas, confío y voy al encuentro con mis dudas y certezas. Entro en un lugar desconocido y conocido a la vez en otras materialidades.

Cazadores se encuentra desde hace cinco años en ese tradicional barrio de la Capital. Sin embargo, antes habían estado en Nuñez, donde Viviana comenzó, junto a Myriam Jawerbaum, un proyecto principalmente centrado en las artes visuales. En el año 2016, este foco empezó a virar a partir de la convocatoria a la Beca Cazadores que propuso un programa amalgama entre las artes visuales, la danza y la performance, tutorado por Sergio Bazán en visuales, Pablo Rotemberg en escénicas e Inés Armas en danza. Con el paso del tiempo y del trabajo, el programa devino en una plataforma de investigación artística interdisciplinaria que es hasta hoy el eje de Cazadores; en ella han sido fundamentales las y los artistas que fueron y son parte de las distintas experiencias y que cambiaron el rumbo de la Fundación reformulando sus objetivos. En el año 2018, aconteció la mudanza y se inauguró la actual sede Fundación Cazadores.

Con una mirada abierta acerca del arte contemporáneo, la Fundación impulsa artistas, tanto noveles como no, en el desarrollo de procesos a través de distintas líneas de proyectos que convergen todos en la mixtura, en el intercambio activo entre las artes visuales, las artes del movimiento y la performance como forma de realización, y que arrojan resultados que rozan sus bordes en tanto disciplinas independientes y transforman instalaciones visuales en espacios oníricos de manifestación de los cuerpos.

Vine a Cazadores a ver obras de danza y me encontré, casi siempre, con un trabajo que la excede, que transfiere los límites inacabados del lado de otra lengua, son tiempos en los que nombrar se vuelve difícil e incorrecto. Y, a propósito del nombrar, los lenguajes particulares difieren de sí mismos acercándose a lo otro, aquello que no les es propio, que es extranjero en su especificidad, bagaje de herramientas y posibilidades.

Vamos entrando a través de la escalera, Viviana, Daniel y yo, al espacio de la sala _lado b, ahora vacía. Nos acompaña una mesa en el centro donde luego nos sentaremos. Hay una luz clara de mediodía, de la primavera que se anuncia en su forma de alumbrar. La pared de vidrio repartido en una casi transparencia refleja o deja entrever la calle, algunos ladrillos traslúcidos, otros velados, veo detalles que, en la noche, en la escena, se me escapan.

Un espacio que en esta hora es cosa infinitiva, previa a las transformaciones que luego se producirán allí, un lugar antes de la intervención de los y las artistas, o quizás el resultado de todxs ellxs que, con sus inquietudes, talentos e intereses, van dándole forma -aún en lo austero de este día-, imbricándose para construir una manera de ser que muta, flexiona y reflexiona sobre hacer arte, atravesar procesos y serlos. Luego, estos trabajos son estribos hacia otras proyecciones que, en este mundo- y gracias por eso-, siempre vuelven transformados. Aquello que lanzamos como un papelito al viento retorna con un mensaje y muta. Así trabajan en Cazadores, en forma colectiva. Se vinculan en red para alojar las curiosidades que encienden los procesos creativos.

Con Viviana Romay y Daniel LevinFrieder, conversamos en torno a las conexiones, las interrelaciones, las propuestas que llevan adelante y sobre los motores de búsqueda que encienden en los artistas la curiosidad y mantienen poroso al espacio en cada momento como un evento único.

Mercedes Osswald
Viviana Romay y Daniel Levin Frieder

 

Comencé a venir regularmente este año al espacio Cazadores y noté una apuesta fuerte en la programación en danza (en artes escénicas en general) y me pareció atractivo lo que estaba sucediendo con la relación entre el lenguaje de movimiento y las artes visuales. En referencia a eso, ¿cuál es la proyección en la curaduría de las obras que programan?

(Daniel) Hay un programa específico que se llama Instalar Danza, que irá por su quinta edición el año 2024, donde hay una intención clara de dos cosas: por un lado, propiciar el desarrollo de la danza y de las propuestas de movimiento, es decir, “instalar la danza” en la escena cultural y, por otro lado, hay un juego con los elementos, con lo objetual. Nos interesa trabajar en ese vínculo particular entre el movimiento y el sitio específico, la instalación.

Me parece muy interesante ese vínculo

(Daniel) Los artistas van llegando de situaciones y desarrollos distintos. Por ejemplo, Alejo Wilkinson y QuioBinetti, que estuvieron este año en sala _lado b, habían estado anteriormente en la Fundación en esa situación exploratoria y en esa interdisciplinariedad que proponemos y fomentamos. Alejo, en particular, que había participado en la primera edición de Instalar Danza, y fue coach de Inés Armas en Apnea -obra inaugural del espacio en su sede Chacarita-, también aparece en las proyecciones de Marea alta, la instalación inmersiva que estamos mostrando actualmente.

(Viviana) Tiene que ver con la idea de la interdisciplinariedad y la exploración donde intentamos encontrar coincidencias entre las búsquedas de los artistas y las nuestras. Ir siguiendo lo que van investigando sin imponer fórmulas o lineamientos. Sí nos interesa un lugar de experimentación que se acomode a los programas que tenemos más o menos definidos. Inicialmente, Instalar Danza (había que instalar la danza acá, veníamos de las artes visuales); así que lo primero que hicimos fue eso, instalar la danza. Luego, un proyecto que al principio se llamó Pipa, y hoy se llama Impulso, que invita a hacer un tándem entre todas las disciplinas, y en donde el objeto juegue un papel importante en el trabajo y dialogue con el movimiento, sea a través de la performance o en relación con la danza específicamente.

(Daniel) Por ejemplo, Pablo Carvalho realizó una experiencia con sensores de movimiento combinando la programación de dispositivos y la performance en vivo: el movimiento de una persona disparaba el movimiento de un lienzo que era intervenido por él, generando un juego y una tensión para desarrollar una obra pictórica y vincular entre el artista-pintor, su cuerpo, la tecnología y el azar. También podría mencionar Tropical, de compañía Flotante -integrada por Azul Borenstein y Natalia Chami-, una experiencia visual, sensorial y sonora inmersiva en la que las infancias experimentaban un día en el hábitat de las aves. O Marea Alta, la mega instalación de Margarita Bali y Claudia Aranovich con música de Gabriel Gendin, en la que el espectador se sumerge en una obra coreográfica-visual para interactuar con grandes objetos marinos en un enorme espacio oscuro con zonas de arena, sobre los que se proyectan imágenes de figuras humanas en movimiento fusionadas con imágenes de especies del mar, dando vida, desde un lenguaje coreográfico, a lo escultórico.

(Viviana) De este modo, más que “performear”, son formas de accionar y vivenciarexperiencias artísticasde una manera diferente. El público viene, pasea, recorre y es una puesta diferente cada vez.

En relación con esto de ir dejando que proponga la obra y el artista, ¿qué recurrencias observan en el arte contemporáneo de hoy? Es decir, ¿qué particularidades arroja la mixtura de lenguajes dentro de este otro gran lenguaje que es el arte contemporáneo?

(Viviana) Ese fue el foco. Cuando nos mudamos acá, de hecho, todos los programas que teníamos iban por ese lado. Incluso Instalar Danza, que está dedicada a artistas de la danza, tiene una “condición”. No armamos una exhibición de danza pura, armamos cosas que tienen que ver con lo objetual o el sitespecific. En el otro programa, Impulso, netamente las bases van hacia ahí.

También en la Clínica de artes visuales existe una búsqueda por parte de los artistas que rápidamente se acercan a situaciones en las que poner el cuerpo y construir un vínculo con la gente. Por ejemplo, en este momento, Valeria Vilar está llevando adelante una experiencia en la vía pública. En varios casos, el trabajo incluye una obra no objetual, se trata de los artistas haciendo algo, y ese es el trabajo, mostrar el proceso del hacer, que es un desarrollo y una búsqueda. Es difícil que en Cazadores encuentres una obra ceñida a una sola disciplina.

Eso es una posición política

Es algo que atendemos mucho y que es un límite, que una disciplina no venga a ser segunda de la otra.

Subsidiaria…

Más que eso, que no sea un adorno. El trabajo es conjunto. Cuando Inés Armas armó la inauguración de Apnea junto a Manuel Ameztoy, la propuesta fue para los dos. Ellxs no se conocían tanto, se les abrió el lugar y en tres meses construyeron la obra juntxs, cada unx tuvo un momento individual con su disciplina, pero todo se gestó entre ambxs.

Escucho lo que dicen sobre los artistas en estado de búsqueda y pienso, qué necesario es para las artes escénicas -y en todo proceso artístico- tener instancias de experimentación, de sacar afuera.

(Viviana) En todas las artes. En nuestros programas de formación, ves las presentaciones-carpetas al comienzo y luego cómo terminan en sala y es muy hermoso. Es muy interesante porque la idea de la experimentación es ofrecerle al otro la posibilidad de volver a buscar, tal vez ya encontró, pero abrir eso otra vez, te tienen que mover un poco el piso. Esto es lo que buscamos que hagan nuestros tutores -los docentes-, profundizar en el lugar donde está el otro, o ver cómo algo puede también probarse en este otro plano, y ofrecerlo; el artista lo puede tomar o no.

Mercedes Osswald

(Daniel) En línea general, pretendemos que cada una de las cosas que ocurren acá tengan algún tipo de modificación en el proceso, nos interesan los trabajos que están en una actitud de búsqueda activa.

Pienso que las obras, los artistas, son atravesados por el lugar. El pasaje por la Fundación deja una huella en la obra y le va dando, también, una identidad al espacio que se torna obra, construcción.

(Viviana) Esa construcción es la que va generando todo, porque nos retroalimenta a nosotros mismos al ver el valor de lo que estamos haciendo, pero también es lo que hace que ese artista le recomiende a otro pasar por este lugar, porque va a valer la pena y te genera una diferencia en lo que estás haciendo.

 

Tal vez eso sea el arte contemporáneo hoy

Las redes, los vínculos, el trabajo colaborativo.

Lo humano que, en los tiempos que corren, se transforma en una gran necesidad.

Los tiempos que corren son muy duros, muy descartantes del otro. Te tacho, a pesar de que hay otra intención desde el discurso de la inclusión.

Nominalmente, desde lo discursivo, la inclusión es algo que se hace, pero en la acción no, tal vez estas búsquedas que ustedes están planteando son más bien una acción que un discurso, y eso es una posición política…

Y con respecto al cuerpo, a la fisicalidad, tomo lo que decían acerca de que “las artes visuales también mueven”. ¿En qué lugar piensan al cuerpo en relación con el arte contemporáneo?

(Viviana) Poner sobre la mesa eso también nos interesa. ¿Qué es lo que le pasa al artista visual con su fisicalidad cuando hace obra? No es lo mismo el gesto del escultor que el del pintor y, por otro lado, la gestualidad de ese artista está en su obra. Entonces, es poner sobre la mesa algo que el artista sabe, pero los públicos quizás no se lo imaginan cuando ven la obra, no lo ven.

Como (de)volver el cuerpo

(Daniel) Darle lugar al cuerpo dentro de la obra. Y pasan cosas como el querer mostrar ese vínculo entre el cuerpo, el azar y el hecho pictórico en sí mismo, fuera del taller. Explicitarlo y potenciarlo. De alguna manera, en un caso estás viendo el gesto y el movimiento, y en el otro caso, estás viendo la huella que dejó ese gesto y ese movimiento.

Muchas veces se ha retirado al cuerpo del objeto artístico. Por ejemplo, en el caso de la escritura, tradicionalmente no se habla del cuerpo del escribiente. Pienso que, en su trazo, por lo menos, hay huellas de un presente que es el del momento de la escritura.

(Daniel) Entre la escritura y la lectura hay mucha mediación (sea que escribas a mano o a máquina), y vas perdiendo ese trazo, no es que estás leyendo un manuscrito de alguien, como pasa en la pintura, donde encontrás una pincelada con texturas que remiten al original.

(Viviana) Está el gesto intelectual del artista, es interesante eso. Yo creo que cada vez más nos humanizamos en el sentido de estar presentes, o estamos más atentos a esa presencia, a explicitarla. De hecho, lo más interesante sería que esto no suceda en el arte únicamente, sino que entablar redes sea la posibilidad de explicitar lo humano presente en la obra. Que toque el afuera y que el afuera toque, pues allí es donde, utópicamente, puede pasar un cambio sustancial. Hay que sumar.

(Daniel) Si uno mira, por ejemplo, la dinámica del jurado de Cazadores hoy, no es la misma que en la primera edición. En términos de personas hubo muy pocos cambios, eso es parte de estas construcciones, pero no significa hacer siempre lo mismo, repetir la búsqueda. La intención es estar abiertos a lo que está viniendo. Y sacar esta conclusión, entonces: ¿qué es lo que ven que ocurre? Buscar la cooperación y forjar un resultado sensible que nos reúna a todos es también una posición política.

Mercedes Osswald

 

Una idea de mixtura es poder enriquecerse con la pluralidad de miradas, con los colores del otro. Cazadores es un espacio que se va forjando de esos procesos a los que aloja. Entonces, entre todos, se van tiñendo y van mostrando que son conformados por todos esos toques.

(Viviana)El resultado no es solo de uno, y esto es para mí muy valioso. Ojalá se pueda llevar a todas las estructuras.

 

***

 

*Foto portada: Mercedes Osswald

 

Acerca de:

Mercedes Osswald

Mercedes Osswald. Intérprete-creadora en artes del movimiento. Investiga en la escritura y sus alcances somáticos. Licenciatura en Artes del Movimiento con Mención en Danza en la UNA. Profesora de Castellano, Latín y Literatura, egresada del Instituto Superior del Profesorado, Dr. Joaquín V. González. Especialista en la enseñanza de “Escritura y Literatura para la escuela secundaria”, Nuestra Escuela. Sus principales intereses, actualmente, están orientados a investigar los puentes entre la palabra y el cuerpo, específicamente en la escritura como marca de un cuerpo y sus posibilidades sensibles de íntima expresión.

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