Démes, el despertar de una criatura misteriosa

9 de mayo de 2019
Disponible en:
Español

Démes, con idea y dirección de Gabriel Saie y Alejo Wilkinson. Movimiento: Alejo Wilkinson. Dibujos y proyección: Gabriel Saie. Ciclo Instalar Danza curado por Inés Armas. Sala _imán (Fundación Cazadores): Villarroel 1438/40, CABA, Argentina. Función: 05/04/19. Duración: 40 minutos.

Se hace la luz y cubre una gran criatura de papel madera que muta por obra de fuerzas subterráneas. Así comienza Démes, la pieza inaugural del Ciclo Instalar Danza, curado por Inés Armas, que continuará los viernes de abril y el último fin de semana del mes con un programa de reconocidos artistas de la danza. La propuesta de Alejo Wilkinson y Gabriel Saie es una pieza protagonizada por las cualidades sensibles de dos materiales: el papel y la luz, dirigidos por expertos. Su color, su sonido, las posibilidades y las restricciones que imponen a su manipulación son explorados y resistidos por los artistas para transitar un tiempo marcado por la transformación y así dar vida a una criatura memorable.

La obra, ganadora de la Beca Mil Focos/LEM, se presentó como trabajo en proceso en la Casa Nacional del Bicentenario, Café Müller y Galpón FACE en 2016, y se estrenó en El Piso Danza en 2017. Este año, se reformuló una vez más para habitar el escenario bifronte montado en la sala de Fundación Cazadores, en Villa Crespo. Delimitado en uno de sus rincones por dos blancas paredes que conforman una esquina, el resto del ámbito de acción se define por la luz que emana desde el otro extremo de la sala, entre las dos plateas dispuestas en forma de “L”. Allí se encuentra el otro campo de trabajo: un escritorio semejante a un tablero de dibujo que, aunque silencioso, es uno de los factores que da vida a la criatura. Lámpara, filtro y figuras tienden sobre este ser sombras que varían su color y su textura.

Foto: cortesía de los artistas

 

Así, la luz que muestra y oculta hace parte a la vez de la escena y del escenario. Su intensidad y su tonalidad ejercen una selección de lo que estará disponible para nuestra mirada, guiada al mismo tiempo por los movimientos que transcurren en el escenario. A la manera de un esténcil, también imprime a la distancia una imagen que persiste cual pintura ancestral sobre la superficie de ese papel cavernoso. Esta Tierra en miniatura, que se exhibe en un primer momento como el paisaje de un tiempo todavía inanimado, oculta en sus entrañas una vigilia. Su emergencia se intuye inminente.

Impulsada por los movimientos de placas tectónicas cuya forma y número solo podemos adivinar, la Tierra se pliega y se erige en altas cumbres insufladas de una vida mineral, antigua como el tiempo. El gran origami de lava se deja desbordar y envejece, se aja, se arruga en lugares hasta entonces vírgenes; o reencuentra, quizá, los viejos lugares donde el tiempo ya lo había doblegado. Su contrapunto es aquel sello rupestre de luz que se impone silencioso y triunfal sobre un transcurrir que solo lo engrandece.

Foto: cortesía de los artistas

El misterio de las fuerzas que mueven la criatura de papel se acentúa cuando ésta amplía el registro de su danza. Al suave mecer de vientos leves sobreviene un sacudirse sin descanso al ritmo de tormentas intensas y el tronar de ráfagas poderosas. De forma ocasional, la planta de un pie se presenta, deja ver su silueta y su color a la manera de otro petroglifo lumínico. En el clímax del artilugio, sobreviene un fenómeno gravitatorio extraordinario y la Tierra se vale de una capilaridad insospechada para derramarse hacia arriba, hasta flotar de manera incomprensible.

El foco en las características físicas del material, el camuflaje de la figura humana que ejecuta el movimiento y la vocación contemplativa de su hacer escénico marcan el punto de cruce entre instalación y danza a la que invita el ciclo curado por Inés Armas. Instalar danza, que en su segunda función presentó el Solo N°3, de Agustina Sario, continúa con obras de Fernando Pelliccioli, Vivi Iasparra y Colectivo Micro, los viernes de abril y el último fin de semana del mes.

Links de interés:

Acerca de:

María José Rubín

María José Rubin es docente-investigadora por la Universidad Nacional de las Artes (proyecto dirigido por Oscar Traversa) y la Universidad de Buenos Aires. Crítica y periodista especializada para Revista Revol y Ñ. Integrante del Grupo de los Sábados, proyecto de investigación y escritura coordinado por Claudia Groesman. Editora de Videodanza, Complejidad y periferia, de Susana Temperley. Escritora de textos curatoriales para el Festival Internacional de Videodanza de Buenos Aires.

Ver publicaciones

Otros Artículos
Other articles