La edición número 13, queridxs lectodanzarinxs, nos encuentra cumpliendo seis años. Tiempo de aprendizaje y de crecimiento, pero, sobre todo, de creación de lazos con ustedes, y con la extensa red de colaboradorxs que, con el transcurso de los años, se fue ampliando considerablemente, no solo en cantidad y variedad, sino, especialmente, en intereses perseguidos, en áreas de trabajo abordadas, en espacios de investigación, en estrategias de análisis, en modos de interpelación que multiplicaron –en este cuerpo escritural que es Revista LOÏE.– los vínculos posibles entre diferentes disciplinas, lenguajes, actividades, experiencias, y la danza.
Así, la decimotercera es quizás una de las ediciones en la que con mayor claridad se percibe el objetivo inicial de la revista de convocar, integrar, enriquecer y sumar a la investigación plenamente abocada a la danza (si es que algo así sigue existiendo a estar altura de los acontecimientos) miradas provenientes de otros campos artísticos, profesionales y culturales en diálogo con el movimiento.
De esta manera, el número que presentamos aquí nos acerca, por un lado, la palabra de dos grandes investigadores de la música. Jorge Sad Levi, que nos ofrece un recorrido sobre posibles relaciones entre la danza y los sonidos –y diferentes interfaces tecnológicas- y cómo estas reflexiones desembocan en una obra de su autoría estrenada recientemente; Pablo Ossandón Valdés, quien presenta la segunda parte de su estudio Danza y música: Aproximaciones a una relación compleja, esta vez, con un trabajo iluminador que propone abordar la obra artística desde una perspectiva sistémica. Luego, con Susana Temperley nos adentramos de lleno en el mundo disciplinar de la Teoría de la Mediatización, específicamente, en el enfoque denominado Mediatización de trayecto largo, a través del cual nos enfrenta sin evasiones a las dificultades y desafíos de pensar la danza como modo de expresión humana, y su rol fundamental en el desarrollo de la especie. En Intervenir Abasto: co-producir la textualización urbana del arte, la semióloga Silvina Tatavito invita a reflexionar, desde el horizonte de la praxis, sobre el acto de fruición y cómo éste se construye a través de un cuerpo en movimiento y el diseño de un trayecto espacial. En una entrevista realizada por Mercedes Osswald a Viviana Romay y a Daniel Levin Frieder, fundadora y Directora General y Director Institucional, respectivamente, de Fundación Cazadores, se ponen en juego diferentes puntos de vista sobre el trabajo curatorial y cómo estas elecciones pueden colaborar en construir la escena del arte contemporáneo. De la misma autora, nuestra flamante crítica, compartimos el texto De la fugacidad del presente, un comentario sensible sobre la obra Querida danza, dos puntos de Emmanuel Palavecino. Desde el campo de la filosofía, Alejandra Vignolo reflexiona acerca de los vínculos posibles entre la técnica y la danza, y propone algunas categorías de análisis para pensar las transformaciones producidas con respecto a los usos del cuerpo. Nadia Díaz, en su texto Bordear las prácticas, nos relata su experiencia como docente en la Cátedra “Fundamentos de la Corporalidad” del Instituto Superior de Danzas “Isabel Taboga” de la ciudad de Rosario, y nos habla de la posibilidad de fisurar hegemonías del conocimiento para deslizarse en sus recovecos y abrir nuevos lugares de enunciación. Finalmente, Kaisa García Hernández, investigadora cubana, comparte reflexiones sobre el arte danzario y los nuevos escenarios virtuales, concretamente, sobre el formato corto de video de danza en redes sociales.
Quedan así múltiplemente invitadxs a disfrutar de una nueva conversación entre la práctica dancística y la pluralidad diversa de sus movimientos, con las ganas y la esperanza de que nos sigan acompañando con sus variados modos de leer, entender, pensar, escribir, ser y trabajar la danza.
Bienvenidxs a Loie. 13…
Susana Temperley -Directora
Magdalena Casanova -Editora