LOÏE. 12

Emoción, ruido, acción

25 de May de 2023
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Apasionada de la danza desde los 5 años, Neus tiene una extensa experiencia internacional, trabajando entre España, Holanda, EEUU y Reino Unido como bailarina, coreógrafa y directora de danza y circo para teatro, películas y televisión.

Tras bailar durante 10 años en compañías como Dance Works Rotterdam, National Dance Company Wales y Hofesh Schechter, en 2015 funda su propia compañía, Nua Dance,  financiada regularmente por el Arts Council de Inglaterra, con la que ha creado cuatro obras cortas y dos espectáculos completos, Quimera (2019) y NOISE (2022), precedida de una película interactiva de NOISE para BBC Arts en 2021.

Neus ha sido invitada como ponente en simposios sobre cruce de artes, organizados por Deda y Wiltshire Creative, y en el Podcast sobre accesibilidad en danza, organizado por Greenwich Dance como parte de “Talking Moves”.

La coreógrafa estuvo de visita en Buenos Aires el pasado mes de abril. Esto es lo que nos contó sobre sus investigaciones, su obra y su vida.

 

¿Qué podés decirme de tu búsqueda como coreógrafa y como dramaturga en general?

Yo me formé como bailarina clásica en Valencia, pero siempre me atrajo el contemporáneo, pues era el lenguaje con el que me sentía más libre. Así que cuando llegué a estudiar contemporáneo a Codarts, en Rotterdam, fue una revelación. Sin embargo, durante los primeros años en que trabajé como bailarina profesional, sentía que me faltaba alguna vía para que el movimiento realmente reflejara sensaciones de forma suficientemente expresiva. Trabajé en compañías que estaban muy basadas en  los pasos, en las líneas, en la estética, y yo, como creadora, buscaba algo que fuera más intuitivo. Quería lograr que una persona que no supiera nada de danza, que no hubiera visto nunca pasos, que  no los reconociera, pudiera ver esos movimientos y sentir algo.

Algo de eso encontré cuando trabajé con Ohad Naharin en la National Dance Company Wales, y luego, cuando entré a la compañía de Hofesh Shechter, que desarrolló su propia técnica partiendo del Gaga de Ohad. Son técnicas que están basadas en la imaginación y en la sensación profunda del cuerpo, son mucho más inclusivas porque no tienes que copiar un paso, sino que es algo que tú investigas profundamente en tu propio cuerpo, en tu propia fisicalidad. De ahí sale el movimiento, que celebra la asimetría, las texturas, la capacidad ilimitada de matizar un paso y de conectar con tus instintos. Es más fuerte porque es más personal.

Empecé a hacer coreografías en 2009, pero todavía no había encontrado cómo crear un movimiento que fuera más allá de los pasos, que fuera expresivo, que fuera fuerte. La inspiración en Ohad y Hofesh me ayudó a encontrar mi propio lenguaje, sobre todo desde el 2015. Un movimiento que fuera humano, reconocible y extraordinario a la vez,  y que no reflejara estéticas estereotipadas. A mí siempre me ha dado mucha rabia que a la mujer se la ponga como etérea, elevada, débil y manipulada por el hombre, que es un poco la estética tradicional de la danza clásica.

¿Como fuera de lo real?

Si, totalmente fuera de lo real. Cuando experimentas esta técnica, estás realmente en contacto con tu fisicalidad, con tu propio peso y con cómo manejas ese peso, con tus caderas y con la fuerza que tienes cuando estás arraigada en el suelo, con la velocidad, con el detalle que viene a través de la textura y no a través de presentar algo bonito. Eso fue lo que inició mi búsqueda artística como coreógrafa. Y ahora, obviamente lo mantengo, pero también me interesa mucho cómo ha evolucionado nuestra manera de mirar como público, y cómo el público quiere tener más agencia y  tomar sus propias decisiones.

Eso es lo que a mí me ha llevado, como con NOISE (BBC film 2021, inmmersive performance 2022) a hacer películas que son interactivas o hacer actuaciones que son inmersivas, donde el público elige moverse, elige qué ver, dónde ponerse. Es una manera de empoderar al público y también reflejar lo que pasa en la vida: que no todos vemos lo mismo, pues no existe la idea de la realidad única, ¿no? Cada uno experimenta las situaciones de maneras diferentes, llegamos un momento más pronto, o más tarde a una calle…, estamos de una manera u otra emocionalmente… ¿no? Es un poco admitir que la experiencia de una obra es diferente para todo el mundo, y buscar hacer al público dueño de esa experiencia.

¿Y estas búsquedas personales tuvieron que ver con tu radicación en Londres?

Seguro, seguro. Yo creo que Reino Unido, si lo comparo con España, que es de donde yo vengo, es un país en el que se ha cambiado mucho la mentalidad hacia pensamientos mucho más inclusivos, y que además exigen una responsabilidad del artista, te exige mayor conciencia… Por ejemplo, yo siendo una persona blanca, tengo que ser consciente de mi white privilege, el privilegio blanco, ser consciente de la narrativa tradicional y no pensar que existe la historia o el personaje “neutral”; eso hoy en día no puedes justificarlo porque las experiencias humanas son tan diferentes, viniendo de culturas, lugares, idiomas, situaciones socioeconómicas radicalmente distintas… no existe el neutral.

Rocío Chacon

 

En Reino Unido hay muchas políticas de abrir la práctica artística a líderes que tradicionalmente no han tenido la posibilidad de expresarse en el mainstream, quizás gente sorda o gente que se considera discapacitada, personas que en Europa son parte de una minoría racial… Hay un ambiente de celebrar la diversidad y la riqueza que eso conlleva, que además fue una de las razones por las que yo también fui a Londres. Desde pequeñita, siempre me interesó la gente extranjera que venía a mi colegio (vino un refugiado de la guerra de Yugoslavia, y también un palestino). Siempre me interesaba hablar con esas personas que tenían una perspectiva y una manera radicalmente diferente de vivir. Y ahí me parece que está la riqueza.

Y en concreto, ¿cómo es tu manera de cruzar en tus obras la diversidad? Porque no se trata solo de cuerpos diversos o de diversas maneras de ver de los performers que involucrás; por lo que vi, también el cruce de lenguajes te interesa mucho, el cruce de técnicas, de artes…

Me encanta el circo, por ejemplo. Trabajo mucho con artistas de circo y lo integro en mis coreografías de danza también. Además, estudié Historia del Arte, así que algo visual siempre hay. El otro día, hablando con una mentora, me dijo “Tú creas imágenes muy potentes”, y claramente ese sentido, como cinematográfico o fotográfico, me viene de la historia del arte. Me parece que todas las artes tienen una manera de hablar a una parte que todos tenemos de trascendencia… (yo le llamo trascendencia, que no es religiosa, es otro tipo de trascendencia que es lo que está más allá de lo que percibimos, de la primera información que tenemos de los sentidos, ¿no?), y que al final es la magia que todas las artes tienen. Creo que cruzándolas lo que consigues es dar más posibilidades al público de que esa imagen cargada de sentido, o esa fisicalidad del circo, o esa sutileza de la danza les lleguen profundamente. Yo quiero que a la persona que venga a ver un espectáculo mío se le mueva algo. No que diga “¡Ay, qué bonito!”, yo quiero que algo les pase por dentro.

Ya en tu labor de creación de obra, ¿cómo es en términos técnicos integrar toda esta diversidad? Diversos movimientos, diversas técnicas, esta idea de diferentes maneras de moverse, de pensar en escena…

Yo parto de la danza, porque la danza es el lenguaje que más conozco. Entonces, la manera en la que más trabajo, a nivel práctico, es comenzar un Research and Development con el grupo, que dura alrededor de una o dos semanas, y ahí es cuando digo “Este es el concepto”. Para las creaciones me gusta trabajar con un equipo de artistas de diferentes disciplinas. Con NOISE, en el primer R&D fueron bailarines y un diseñador de sonido (no un compositor, un diseñador de sonido), y en el segundo R&D, además del primer equipo, tuvimos un diseñador de audiovisuales. Son colaboraciones que traen diferentes perspectivas.

Una vez en el estudio, explico el concepto y propongo una idea para trabajar a través de la improvisación (a mí me encanta la improvisación, porque sostengo que es pensar con el cuerpo, es muy intuitivo, reactivo y hay frescura). Esas improvisaciones las grabamos, las hablamos… Yo les digo “Mira, estos son los momentos que me han interesado”, y todos los artistas comentan desde su propia perspectiva qué es lo que pueden añadir. Es como si tuviéramos una cesta o una olla y todos están añadiendo ingredientes y después lo hablamos y seleccionamos juntos. Creo que esa es otra manera en la que hemos evolucionado, ya no se piensa que el coreógrafo es el único indispensable y que manda al resto de la gente, sino que la creación es un trabajo colaborativo. Como líder es importante darle el espacio a los artistas porque ellos saben más de su especialidad. ¿Yo cómo le voy a decir al diseñador audiovisual lo que tiene que hacer? Pero sí le puedo decir cosas que me interesan. Preguntarle: Oye, ¿esto se puede hacer? o ¿Esto cómo lo expresarías tú?, y establecer un dialogo.

Creo que, sobre todo, lo interesante del tema del Research es que te da tiempo de experimentar con mucha libertad, porque por la mañana dices “Vamos a probar esta idea”, y luego por la tarde pruebas otra idea diferente, y no hay presión para unirlas, ni siquiera para usarlas. Quizá a veces lo que encuentras es sólo el principio de una idea que tiene que encontrar su momento para desarrollarse, y que quizás vuelve al cabo de dos años a la creación. Por ejemplo, hubo una idea muy interesante de NOISE sobre el ruido que nosotros hacemos como personas en la vida, el ruido de estar vivo, de tus movimientos, tu roce, tu respiración, tu peso en el suelo…; y esa idea no llegó a plasmarse en la película que hicimos en 2021, pero sí llegó después a lo que es la actuación en vivo en 2022. Al ser inmersiva, lo que hicimos fue usar esos sonidos junto con proyecciones audio- reactivas cuando la gente entra al espacio, situándolos en un ambiente como de galería de arte. O sea, la idea es como que saltó el espacio de la película, pero volvió cuando tenía sentido para la experiencia del público.

Creo que es interesante tener un espacio y tiempo en el que todos los artistas del equipo pueden contribuir y probar cosas, y luego no querer usar todo lo que surge, aunque te guste, si no  ves que ayuda a la obra. Poder tener la libertad de pensar “Ya volverá”.

Pero vos ya tenés siempre un concepto previo que funciona como el disparador…

Sí, sí. Yo creo que es interesante… -¡aunque quizás sería interesante un día empezar sin un concepto!-  (risas). Lo que pasa es que la manera en que se presentan las subvenciones en Reino Unido es que tienen como requisito hacer un Pitch, o sea, explicar a quien te la da la subvención “Esto es lo que quiero hacer”, y ahí es cuando te seleccionan y te dan el espacio, el dinero, etc. Pero yo creo que también es interesante para un grupo tener una dirección, que puede ser más o menos abierta. Por ejemplo, la razón por la que yo empecé a investigar NOISE era porque lo que me interesaba es lo que hablábamos antes: cuál es la sensación física que una persona del público puede tener cuando ve una pieza de danza, y qué es lo que la danza puede decir, de lo que puede hablar, que otras formas  del arte no pueden generar. La danza puede hablar de lo físico de una manera que una pintura no puede hablar de lo físico, del cuerpo tangible, ¿no?

Y ese era el principio de la idea, pero luego evolucionó mucho más, evolucionó a un tema de comunicación entre las personas, por ejemplo, qué es lo que seleccionamos como sonido y qué dejamos como ruido, lo que, a su vez, también es una cuestión política. A qué se le da más valor, qué forma de arte y de vida se sitúa en el centro y cuál en los márgenes… El concepto fue evolucionando mucho más, la primera idea era como un poco básica y luego fue creciendo. En ese sentido, ese es el tipo de conceptos que busco, los que tienen potencial para explorar muchas líneas, filosóficas, sociales…

Rocío Chacon

 

De lo que conozco, tus dos grandes lugares de cruce fueron este trabajo con sordos e hipoacúsicos… ¿o son solamente sordos?

Hay gente oyente y gente sorda, porque yo tampoco quiero que se convierta en una pieza sobre o para exclusivamente gente sorda porque yo no soy sorda, ¿Qué tengo yo que hablar de la experiencia de gente sorda desde mi perspectiva? Nada. Lo que sí me parece importante es que en una obra mainstream se incluyan perspectivas vitales diferentes. Y ahí es donde me interesa pedir una contribución a artistas que tienen diferentes experiencias de vida. Hay una artista visual sorda norteamericana, Christine Sun Kim, que dice que los sordos son especialistas en sonido, porque lo tienen que analizar y entender de una manera que la gente oyente no necesita hacer. Y por eso me pareció fundamental incluirlos en una pieza sobre el ruido. Pero no porque yo quiera hacer una pieza sobre la sordera.

Y en ese sentido, ese cruce ¿lo podés comparar con el cruce con el circo? ¿Son dos maneras de trabajo diferentes?

A mí lo que me atrae del circo es que es real (risas). O sea, algún tipo de circo, estoy hablando del circo nuevo, no del circo en el que se trabaja con la fantasía. A lo que me refiero es que hay un peligro real que la gente percibe, que es el que hace que el público se enganche y casi deje de respirar por momentos. Eso es una conexión muy rápida con el público, que sabe que lo que estás haciendo es difícil y le genera un poquito de tensión… Esto (por lo que decíamos de hacer al público sentir) me parece una herramienta súper interesante, es lo que a mí me atrae del circo. Luego, del tema de la gente sorda o de diferentes edades (que también he trabajado con gente de diferentes edades), es más un tema político (en el sentido social, no de partidos políticos), es un tema de reivindicación, de  ampliar la diversidad de voces que llegan a un escenario. Pero también es verdad que el circo en un punto siempre ha sido mucho más abierto a cuerpos diversos que la danza, la danza ha sido mucho más restringida. Entonces quizás por ahí puede haber una conexión entre los dos.

Y de Nua Dance, ¿qué nos podes contar?

Creo que Nua Dance empezó como una compañía que funcionaba como una estructura para crear coreografías, pero ahora me parece que tiene –quizás- una labor social también. De hecho, recientemente, he incorporado a nuestro website todo lo que hemos aprendido en estos años en las  obras que hacemos. En particular, con el tema de la sensibilidad hacia las necesidades del público sordo. Hemos aprendido un montón con NOISE de herramientas de accesibilidad que, hasta que no estás ahí, no te das cuenta como persona oyente que un público sordo pueda necesitar… o no necesitar. También es importante no pensar en todos como bloque, ya que las necesidades de cada uno son diferentes. Por ejemplo, con la película interactiva para la BBC, uno de los caminos ofrecía todo el texto en lenguaje de signos, y otro camino ofrecía una descripción del sonido en subtítulos. Esto es porque hay gente sorda que prefiere el BSL antes que leer en inglés, y otros que usan el inglés y que lo que les gustaría es saber más de los matices de la música, por ejemplo, porque quizá solo oyen algunas de las frecuencias. Ofrecer diferentes herramientas es una manera de incentivar que las personas se sientan bienvenidas, que sepan que sus necesidades están contempladas. Ahora  nuestra website dice que nos estamos especializando en hacer obras inmersivas que dan diferentes herramientas de accesibilidad para gente sorda.

Creo que ese es un punto de no retorno, una vez que has hecho eso, propuesto una pieza que tiene ese nivel de accesibilidad, creo que nos obliga a que todo el resto de las piezas que hagamos también tengan esa oferta, porque si no parece como que dejas deliberadamente afuera a la gente sorda. Es como una nueva conciencia. Creo que en ese sentido nuestra compañía puede darle un empujón a la creación de otras compañías y decirles “Tenemos que hacer un esfuerzo por ser mucho más accesibles”.

¿Nua es una compañía estable? ¿De cuántos miembros?

No, no es una compañía estable, es una compañía que está subvencionada por proyecto, sobre todo por el Arts Council of England, y luego tenemos algunos sponsors y commissions, lo que implica que una  organización te da un dinero y un espacio; a nosotros ahora nos está apoyando sobretodo The Place, que hizo una comisión de NOISE y ahora nos ha hecho otra comission de la nueva pieza. Así con ese primer apoyo, esa confianza de una institución, ya es más fácil que luego el Arts Council te de una subvención.

En este momento funcionamos por proyecto y contratamos a los bailarines. También los bailarines cambian dependiendo del proyecto, todo se basa en las necesidades de la pieza: si tiene más circo o más danza, o dependiendo de la historia que estemos contando… o también de los propios bailarines, porque normalmente me encanta trabajar con bailarines con muchísima experiencia (yo valoro muchísimo tener un artista delante mío con el que pueda comunicarme) y muchos de los bailarines después de los 33/34 se plantean un cambio de carrera. Así que dejan el proyecto para dedicarse a dirigir sus propias obras, por ejemplo. A mí me gusta el cambio también, me parece que es interesante trabajar con diferentes personas.

Y aparte del trabajo de la compañía también hago trabajo comercial.

¿Cómo es trabajar para la publicidad?

Me gusta mucho porque lo que me llega son trabajos que son éticamente alineados con mis valores. Y me parece que da otras posibilidades: tener un mejor equipo de grabación que no te podrías permitir como artista independiente, trabajar en otro formato, poder pagar a los bailarines muy bien… Yo creo que cuando pagas bien, la gente está más contenta, el ambiente de trabajo es distinto. Yo no pienso que el dinero lo sea todo, pero me gusta que los bailarines se sientan valorados porque creo que hacen un trabajo buenísimo y que muchas veces son los peor pagados en una producción… y es injusto, porque al final ellos son el cuerpo que está en el escenario y son los que menos están cobrando.

Por ejemplo, uno de los trabajos comerciales que he hecho fue para la crema Dove. Hicieron una campaña donde seleccionaron a las mujeres por sus historias, sin haberlas visto nunca: una era fotógrafa de tiburones, la otra era una cirujana de cáncer de mama, otra una alpinista… Yo pensaba “¡Wow, me encanta estar con estas mujeres!” Y yo les tenía que enseñar a moverse adelante de la cámara porque nunca lo habían hecho, ese trabajo me encantó.

Otro trabajo comercial que hice hace poco fue para un canal de televisión iraní (Irán Internacional) que son súper críticos con el gobierno de Irán e hicieron un homenaje a los activistas e inocentes que murieron el año pasado, y me pidieron que coreografiara dos piezas como tributo a esas personas. Eso me dio la posibilidad de crear algo que yo, de motus propio, quizás no hubiera hecho nunca, porque me parece que es una realidad muy diferente a la mía, entonces… ¿Quién soy yo para ponerme a hacer esto? ¿Por qué lo hago, para ponerlo en social media, para pensar que estoy ayudando? Las motivaciones… todo eso me resultaría muy conflictivo; de repente, ponerme en Instagram a hacer algo para las mujeres que están muriendo en Irán… pero me lo pidieron ellos, y entonces dije “¡Qué buena oportunidad! Ahora sí que puedo ponerme con todo y hacer las creaciones con todo el respeto, el cariño, aprender más sobre esta cultura y su gente…”.

Ese tipo de cosas son oportunidades muy buenas para poner mi práctica artística al servicio de iniciativas y valores en los que también creo, pero que quizás yo no voy a llevar a un teatro.

Yendo al ámbito familiar más cercano, estás en pareja con Patricio Forrester que es artista plástico. Quería saber si trabajaste con él y, si tuviste la oportunidad, cómo fue la experiencia…

¡Siempre, siempre! Lo divertido nuestro es que muchas veces hay momentos en los que salen cosas espontáneas, por ejemplo, en casa, cuando nos ponemos a hacer fotos o un video. Pero también hay colaboraciones más estructuradas, por ejemplo, le pedí que hiciera el decorado de NOISE.

Rocío Chacon

Y luego, claro, nos contamos ideas, él me enseña sus diseños, compartimos reflexiones, pensamos juntos. Nos ayudamos mucho a entender qué es lo que estamos buscando y cómo llega eso a las personas que experimentan nuestro arte. Por ejemplo, Patricio vino a un sharing que hicimos de uno de los researches de NOISE y dio un feedback súper interesante al decir que el ruido es como la basura, es todo lo que no sabes dónde emplazar o que no sirve. Pero si algo es basura o no, es subjetivo… es una perspectiva de alguien, quiero decir, qué se considera basura y qué se considera reutilizable… Lo mismo con el ruido y el sonido, con la experiencia vital mainstream y la que se considera en los márgenes…

Yo creo que el uno al otro nos inspiramos, nos hacemos pensar y, que al trabajar en artes diferentes, tenemos perspectivas desde afuera que ayudan mucho al otro, ya que no tenemos los vicios de cada arte.

¿En qué proyecto estás trabajando ahora?

Este verano vamos a empezar con un nuevo research que de momento estamos llamando Bending Reality, pero no sabemos cómo se va a llamar, que trabaja con ilusiones ópticas que están proyectadas y pintadas en el espacio, un poco inspirado en el Op Art y también en las técnicas de los magos: las maneras en las que, en las actuaciones, se le invita al público a suspender su percepción de la realidad. Nos gustaría que al final el público pensara o tuviera la conciencia de que nuestro cerebro siempre está recomponiendo la realidad. Este momento que estamos compartiendo nosotras ahora, por ejemplo, parece que estamos viviendo exactamente lo mismo, pero luego, tu recuerdo será completamente diferente del mío. Y eso creo que es un tema, que cuando lo aceptamos como seres humanos, nos hace más humildes en el juicio a otra persona. Nos hace más empáticos el decir “Esta es mi percepción de la realidad pero no es LA realidad”, y me parece que es la única manera para poder convivir honestamente con otras personas. Pero bueno, todavía no sé cómo vamos a ir de la ilusión óptica a hacer que el público haga esta última reflexión (risas).

En realidad es una propuesta lúdica, lo del engaño, pero que tiene un contenido más político…

¡Exacto! Y también queremos que sea inmersiva y con accesibilidad para la gente sorda.

¿Y para cuándo pensás que estará?

Bueno, este verano vamos a hacer el research y luego el año que viene vamos a hacer actuaciones de NOISE y supongo que en algún momento vendrá la creación de la nueva pieza. De momento es una investigación, porque todavía estamos con las actuaciones de NOISE.

¿Querés comentar algo más?

Hablando de toda esta riqueza, de todas las perspectivas, creo que mi recomendación para los artistas es siempre intentar ver producción de todos los países que puedan. Hoy en día por Internet se puede fácilmente, no tienes que viajar. Pero creo que estamos en un momento que es muy interesante cuestionarse también tus propias estéticas y cuestionarse lo que percibes como bueno, y ver obra de artistas que vienen de realidades diferentes ayuda para eso.

Como salir un poco de la zona de confort, ponerse uno incómodo en otra situación…

¡Si, si! Entonces, bueno, inspirar a la gente a eso, a que salga y vea todo lo que pueda.

¡Muchísimas gracias, Neus!

 

*

 

Imagen principal: Rocío Chacon  –  Ig: @rocio_chacon_studio

 

Website: www.nuadance.com

Instagram NUA DANCE:  https://www.instagram.com/nuadance/ 

Instagram Neus Gil Cortes: https:// www.instagram.com/neus_gil_cortes_movement/

 

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About:

Susana Temperley

Temperley has a PhD in Arts (UNA) and she is an Specialist in Critic and Divulgation of the Arts (UNA/National University of the Arts), as well as in Analysis of Choreographic Production (UNLP/National University of La Plata), and Licentiate in Social Communication (UBA/National University of Buenos Aires). Since 2007 is a Professor in Semiotics and Theory of Communication, as well as in Semiotics of the Arts at the Arts Criticism Area (UNA).

For the last decade, she is dedicated to study the relationship between dance and technology and their problematics around contemporary art languages. She has published articles about this topic in Argentinean and international media.
Temperley is author of the book Screendance, Complexity And Periphery. Towards a Platform for Analysis of Dance in Interaction with Technology, 2017, RGC, Buenos Aires) and and Co-compiler of the book Terpsícore en Ceros y Unos. Ensayos de Videodanza (Terpsichore in zeros and ones. Videodance Essays, 2010, Guadalquivir, Buenos Aires).

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