Festival Constante 6ta Edición, dirigida/ producida por UNA constante y VideoDanzaBA Curadores: Mauro Sebastián Cacciatore y Jesús Guiraldi. Virtual/Online, plataforma YouTube, CABA. Transmisión: 27/11/20 hasta el 06/12/20.
El reconocimiento de una situación común, la pesantez, que atraviesa -e incluso constituye— los cuerpos a través de sus movimientos y las fuerzas en juego, impulsa a reconocer que el «problema» se sitúa en este asunto de pesos, a veces llamados masas, pero que en todos los casos identifica el contexto y la materia: una relación, moviente y cambiante, donde la única constante es la gravedad como relación de fuerzas.
Marie Bardet, Pensar con Mover, 2008.
Constante. Si tomamos su definición y explicación según la ciencia es:
“Una constante física es el valor invariable de una magnitud física a lo largo del tiempo. Un ejemplo de ello, mencionado muy a menudo incluso en ámbitos no científicos, es la velocidad de la luz en el vacío”
Sin embargo, en la sexta y virtual edición del Festival, específicamente en su tercer día de programación, nos encontramos con siete variopintas y disímiles obras de video-danza que parecieran ir, a priori, en contra de ese axioma. Con estas piezas nos damos de lleno con el cuerpo, como imagen gestora, que implica multiplicidad de crónicas devenidas en más y más entidades que, como tales, (se) narran y (auto) nombran a la luz, sombras y colores de la danza como calle poética de doble mano que las ve desfilar. En esta suerte de senda imaginaria, vemos, oímos y, sobre todo, sentimos voces como lamentos, pérdidas como silencios, alegrías como encuentros y demás tópicos existenciales, siempre en tono confesional, casi todos relatados en primera persona. Como si lo importante fuera exponerse para poder conocer el mundo y, de esta manera, conocernos.
El trabajo curatorial, a cargo de Mauro Sebastián Cacciatore y Jesús Guiraldi, logra con perspicacia, ingenio y decisiones acertadas, dejarnos el camino allanado para poder ir avanzando, en su hora y minutos de duración, desde la plataforma YouTube, sobre un universo (finalmente) conformado por fuertes alegorías, metáforas, paradojas e hipérboles danzantes. Una atmósfera poiética que incluye tanto al agua como un mar de pieles, a la tierra como lugar (espacio) de distintas corporalidades buscando, de una u otra manera, liberarse.
Este mundo, que termina de ser y con ello de hacernos, se da por divisado a partir de la primera pieza coreográfica, Salt Water, creación de Abe Abraham, con una fortísima, y azul, traza poética, seguida por el testimonio de Oh boy!, dirigida por Hadi Moussally, que (ex)pone al cuerpo, en palabras, al temor al rechazo, la soledad y los recuerdos que (nos) llegan, resonando, hasta los nuestros para despertarlos y (re)accionar. Burden Halved, con dirección y coreografía a cargo de Kitty McNamee, y Unfolding de Dylan Wilbur, hacen a la narración y estilo general (final) en tanto espacio, tamaño, ubicación, cantidad y calidad de movimientos y color. Todxs nos vemos envueltxs, enredadxs en y hacia un destino que no parece tener otro fin que entender un futuro que se viene, o ya es: nosotrxs como materia en evidencia, ¿felizmente?, de un tejido cotidiano que en nada se parece al que era hasta ayer.
Siguiendo el retrato de este día como en una crónica, nos quedan tres obras (invitadas) más que, con sus especificidades enunciativas, empujan al ojo expertise, y también al que no, a detenerse a analizar. Y a nuestro (propio) cuerpo, a dejarse abrazar en el proceso de decodificación temático. De este modo, Eclipse total de amor, interpretada y dirigida por Ary Pardal y Lucía Fucci, consigue, mediante un juego de lipsync y pantallas fragmentadas, trasladarnos a otras épocas en las que el amor tenía un carácter más trágico, desgarrador en términos adolescentes, con humor y sagacidad. Territorios de afecto, con la dirección creativa de Eduardo Carrera y Pedro García, nos recuerda otro esquema: un perfil, tal vez más complejo, del amor, “como hacerte saber que la mayor puerta es el afecto, que los afectos no se definen, que nadie establece normas y que el afecto es necesario”. Y así, un dúo que se abraza en una duna que bien podría ser un paisaje mental, traduce coreográficamente la necesidad de la ternura como base para sostener y sostenernos.
The world you imagine
Con esta obra se consuma este ciclo-mundo de este nuevo-viejo-cuerpo, como eco, como verdad artística develada, como desierto siempre poblado o jamás en silencio. Como posibilidad de proyección en presente, enlazado a un pasado que es ya futuro, que tiembla y electrifica. Con una escenificación concreta de interior (sillas, sillón, mesas, cuchillos, puertas, un zapallo anco), bajo la dirección de Jesús Guiraldi y la colaboración artística de Mauro Cacciatore, esta pieza de video-danza refleja lo que somos, o la potencia de lo que podemos llegar a ser si así lo queremos. El mundo que imaginamos tiene la piel, la materia, el azul del mar, la soledad, el temor, el jacarandá como posibilidad, (un) árbol de la tierra que espera, que crece, que, a pesar de todo, sigue esperando por el cuerpo como bastimento de historias venideras, forjadas, malladas, labradas con antiguos fragmentos de un hoy, que ya es mañana.
*Todas las imágenes son capturas de pantalla de las obras del Festival tomadas por la autora de la crítica.
**Foto portada pertenece a la obra Unfolding.