Hacia la luz

3 de October de 2024
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Dosel. Dirección: Victoria Keriluk y Laura Paolino. Composición sonora: Nicolás Diab. Realización audiovisual: Gabriel Bercovich. Iluminación: Carla Berdichevsky. Fotografía: Sofía Nupieri. Grupo de Experimentación en Artes del Movimiento. Dirección artística: Valeria Martínez. Asistencia general: María Victoria Romero. Integrantes: María Fernanda Barreno Pavón, Carla Colantuono, Sabrina Ramírez, Pilar Cortés, Sandra Echegoyen, Diego Donato, Malena Banchero Fontana, Aldana Fuentes, Renata Barca, Candela Machuca, María Borrero Quintero, Valentina Domínguez Obarrio. Función: 8 de septiembre de 2024.

 

La belleza se alza ante todo el mundo y torna fútil cualquier empeño humano. Ante el brillo del ocaso, ante la llegada de las nubes vespertinas, se esfuman inmediatamente todos esos desatinos sobre un «futuro mejor». El momento presente lo es todo; el aire rebosa de un veneno de color. ¿Qué está comenzando? Nada. Todo concluye.                       
Yukio Mishima, El templo al alba.

 

Dosel. Pre-sentí el gusto de la palabra, todo en ella sabía a luz, viento y duración. Se escuchaban susurros de un tenue declinar. Titilar de la luminiscencia, salpicar el cuerpo con sonidos, uno tras otro crispando el aire, en un tiempo reversible, continuados sobre el vibrante borde del ambiente. La atmósfera era la del alba, con su bruma ascendiendo, despidiendo la noche, hasta comenzar de nuevo. Hacia la luz. 

Tomadxs de las manos, con los ojos cerrados, pendulan flotando suavemente sobre la niebla. La sombra dibuja una estrella en el suelo, pienso en un rito, símbolos de lo que está dormido. ¿En qué deviene este espacio? Tengo un nombre al que recurrir -dosel-, me pueblo de sombras y de luces, de duración.

En Dosel interactúan, diría que al mismo nivel, la iluminación, las proyecciones y los cuerpos en movimiento, una puesta interdisciplinaria de lenguajes que construyen una atmósfera única. Allí, atravieso el tiempo, inmersa en la luz de la mañana, transcurro hacia la tarde y declino en el poniente, impregnada de deslizamientos poéticos gestados en la reunión, la comunicación y la temporalidad inscriptas en el movimiento. 

Ellxs se irán recostando en una composición que cuida delicadamente el espacio que existe entre cada uno/una. El límite de la escena queda trazado por el conjunto de lxs doce artistas que se reúnen como durmientes. A través de los agujeros que quedan, se inmiscuye una melodía del transcurrir. En la superficie yacente se agrupan con tenues, casi imperceptibles desplazamientos. Una pierna inicia el despegue, se eleva, luego otra, otra, otra, hasta que se disipa lo particular y deja lugar a la configuración de una imaginación en movimiento. Lo personal desaparece para realizarse en comunidad.

Creo en germinaciones, brotes. El mundo vegetal que se yergue inicia en lo más hondo y renegrido de la tierra hacia el espacio (pienso de nuevo en la bruma que asciende) configurando un cuerpo total construído de singularidades. 

¿Dónde comienza un movimiento? 

Las individualidades se distinguen apenas y luego se confunden en el ambiente. Y es esto último lo que quiero resaltar, el movimiento común conectado con algo inasible, grietas, una manera de durar de la percepción. Quizás, dichos espacios (fisuras de la luz) están construyendo territorios para que circule, como un halo misterioso, eso otro que dice de la belleza, sin nombrarla, un instante que se retira.

Pienso que quienes crean Dosel logran componer un estado de intensidades que se desprenden de la continuidad incesante del tiempo.

El espacio agrupa, delimita y enmarca. La  sala del teatro San Martín propone un desafío para la obra, se trata de una sala negra, con un gran piso, amplio y continuo, sin escenario, y luego, la platea donde nos sentamos nosotrxs. Estoy en el centro, veo iluminado un entramado de sensibilidades color azul como de la noche y del sueño en un lugar de reparo.

La multiplicidad que proponen lxs integrantes del GEAM se transforma en el movimiento heterogéneo de las hojas, le otorga un cuerpo a una percepción. Es una puntualidad  centrada y resaltada, que se despliega creando la expansión de la estructura. 

¿Se mueve el espacio?

Sofía Nupieri

 

Tomar las precauciones (me dije) 

Las necesarias y las (precauciones) 

De las voluntades, aparte.

 

Conocer de las fragilidades 

y actuarlas como sí fuésemos

emergencias de un campo florido

 

Dosel

Metáfora del viento y de la luz

 

Ciclos y deslizamientos 

De una suave tristeza.

 

¿Es inevitable la caída?

 

Mientras se instala

Fosforece la noche.

 

Dosel se me aparece como una experiencia heliotrópica, la escena me conmueve hondamente. Dirigir las hojas en dirección al sol. Del mundo vegetal a los cuerpos jóvenes del GEAM, si es así, me vuelve la ilusión de imaginar mundos posibles. Si esa grupalidad que se mueve por el contagio conforma la metáfora de un ciclo y muestra cómo la vida se eleva del alba hacia la tarde y luego cae en la noche, entonces vuelvo a creer en los afectos sensoriales. La potencia del artilugio me parece que es un decir captado de la fugacidad. Algo que intuimos con certeza. Flota en el aire el esplendor que se desprende del ocaso, una caída etimológica. La tarde magenta se combina con naranjas, entreluz de las hojas, movimiento. El lugar que allí dejan es donde se producen los deslizamientos, fosforeciendo los cuerpos como lunas de tiza, ilusiones de la luz.

*

 

*Foto portada: Sofía Nupieri

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Mercedes Osswald

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