Adónde no importa; sólo pasos

“Supongamos que hayas resuelto el enigma del universo, ¿cuál es tu destino? Supongamos que hayas arrancado a la verdad todos sus velos, ¿cuál es tu destino?” Este y otros fragmentos del poema persa del siglo XII: Rubaiyat, sirvieron de inspiración a la notable artista española Soledad Penalta para realizar su serie Esculturas del día a día.
Adónde, no importa; sólo pasos, es una obra coreográfica inspirada en esa serie escultórica y sustentada en la interacción de la poesía, la escultura, la fotografía, el sonido y el movimiento.
El espectáculo, creado y dirigido por Gabriela González López, ha sido estrenado el año pasado en el mismo Espacio Bali-Zabala, acercando por primera vez la obra de la escultora gallega al público de Buenos Aires.
Es fruto de una investigación realizada durante más de un año, sujetándose rigurosamente a los principios de forma, sonido y sentido propuestos por las esculturas seleccionadas, incluyendo diversos materiales para la proyección de las imágenes y con un equipo multidisciplinario.
Oír el silencio y ver el vacío a través del movimiento, son dos aspectos logrados de este espectáculo en el que las intérpretes se han dispuesto a jugar a fondo con las posibilidades de integrarse y diferenciarse con las imágenes de las esculturas.
Un espectáculo teatral que deslumbra visualmente. Que invita a la contemplación de los movimientos vitales básicos humanos, sumergidos en una atmósfera onírica y sugerente.
El público dispone de múltiples perspectivas, sin moverse de su ubicación. Es por eso que algunos espectadores regresan a la función siguiente para disfrutar más. Ya que quien asiste, participa activamente con todos sus sentidos y con el aquietamiento de su mente, y el espectáculo se transforma en experiencia.