La reunión de tres artistas de la talla de Margarita Bali, Claudia Aranovich y Gabriel Gendin jamás podría ser superflua.
Y la razón es doble. Por un lado, el componente afectivo. Es decir, lo que hoy puede verse en Fundación Cazadores propone considerar a Marea Alta como una revisita, en tanto se trata de una mega instalación que tuvo su estreno hace 10 años en el Centro Cultural San Martín, realizada por Bali con música de Gendin.
La segunda razón es de índole temática, pues, de hecho, la reunión interdisciplinaria que se ofrece en Marea Alta + Zona Hadal nos sumerge en las profundidades oceánicas. Se trata de un recorrido libre por formas escultóricas y obras de videomapping en el que el visitante es invitado a sentir y dejarse llevar entre sinuosidades misteriosas, en las que se confunden cuerpos humanos, seres marinos, minerales oceánicos y agua.
El sonido envolvente, por momentos susurrante, armónico como el agua, que trasporta al visitante entre una obra y otra es, también por momentos, alarma. Pues no se trata solo de ofrecer una simple y placentera experiencia sino de dar forma a una llamada de atención sobre lo que perdimos como organismos vivos, en concreto, los paraísos naturales destruidos que difícilmente puedan volver a emerger.
Así, cuerpo y agua confluyen en una fusión de movimiento y quietud, y en ese vaivén, se promueve la reflexión sobre una memoria biológica seminal y sobre la necesidad imperiosa de poner alto a la destrucción de nuestro propio ser.
Encontramos así, un tercer componente que aleja a esta instalación artística de cualquier superficialidad, se trata del valor ético, que solo a veces, pero siempre con contundencia, asume la belleza del arte.
Hasta el 16 de septiembre. Miércoles a sábados de 16 – a 20 hs. Fundación Cazadores. Dirección Villarroel 1440. Ciudad de Buenos Aires.