Para que el movimiento genere más movimiento

Sobre el Conversatorio "La experimentación en movimiento" y la Competencia Experimental

11 de diciembre de 2024
Disponible en:
Español

FESTIVAL CONSTANTE. CONVERSATORIO Y COMPETENCIA EXPERIMENTAL

Conversatorio La experimentación en movimiento. Moderadora: Dayanna Quecano. Participantes: Juan Jesús Guiraldi, Anabella Pirosanto, Brian Doisy.

Competencia Experimental. Competidorxs finalistas: Lautaro Gallardo (a.k.a. Zorruzo), Paula Servetto, Ignacio Cabezas, André Garay (a.k.a. Tempo), Cristian Diaz (a.k.a. Katari), Gabriela Azar, Celina Rodríguez, Rodrigo Peysere, Pamela De Los Santos, Leandro Monachesi (a.k.a. Mvndano), Isaías Sajama, Juan Pablo Garino, Lucía Giachero (a.k.a. Lula), Mateo Bobrovsky Montiel, Gabriel Giménez (a.k.a. Mino), Matías Gibberman. Musicalización DJ RUBIO @_r.lei_. Galpón FACE, Dean Funes 2142 – CABA. Función: 10 de noviembre. 

Se llevó a cabo la 10ma edición del Festival Constante. Entre el 31 de octubre y el 10 de noviembre se desplegó una serie de programas y actividades entre las cuales se circunscribió la Competencia Experimental. Una propuesta que, si bien se estructuró bajo las dimensiones tradicionales de competencia de danza urbana, buscó potenciar la creación instantánea, la apertura a lo inesperado y el intercambio positivo.  

¿Qué es experimentar?

  • JUGAR A ALGO QUE NO SOY – PRUEBA Y ERROR – SORPRENDERME – SER AUTÉNTICO – DIVERTIRME Y SENTIRME SUFICIENTE – CONFIANZA EN LO QUE PROPONGO – ACEPTACIÓN – UN MOMENTO PROPIO – NO HAY CERTEZA NI EXPECTATIVAS – LIBERTAD DE CREAR – CUANDO NO HAY JUZGAMIENTO – CONFIAR EN LO QUE YA HAY – TOMAR DECISIONES ESTRATÉGICAS – MALEABILIDAD – INCOMODIDAD – ENTRAR AL VACÍO Y DARLE FORMA – ESTAR EN EL PRESENTE – VALENTÍA

Los pensamientos fueron tomando forma durante un conversatorio entre algunxs de lxs competidorxs e integrantes de la plataforma Movimiento Constante. El diálogo también fue una invitación abierta a todas las personas interesadas en la búsqueda de nuevas perspectivas. Las ideas quedaron plasmadas en una pizarra ubicada en una pared de Galpón FACE, como un mapa conceptual de lo que implica la experimentación en el arte del movimiento. Se propuso reflexionar en conjunto acerca de las aristas que surgen de la noción misma de experimentar, sobre cómo aprovechar sus diferentes ángulos y convertirlos en herramientas de autodescubrimiento. Desde los diversos puntos de vista personales, y según la experiencia y el sentir de cada unx, se fue conformando un compendio de conceptos que ayudarían como disparadores a la hora de la contienda. Se trató de un preludio de reflexión y calma que avivó las expectativas sobre la batalla que se avecinaba.

Entonces, el público y lxs bailarinxs se reunieron alrededor de la pista, mientras la música y la energía que se condensaban en el aire daban lugar al inicio del acto convocante. En ese intervalo, algunas de las nociones planteadas en el conversatorio se repetían en mi mente a modo de eco: “Entrar al vacío y darle forma”, “Libertad de crear” y “Valentía”. Poco a poco se fueron anunciando los nombres de lxs protagonistas para que se presenten en la palestra. En total fueron 16 finalistas lxs que se enfrentarían en la primera ronda, una lista que se conformó a partir de una instancia previa que, a modo de filtro, buscó una participación más o menos igualitaria. Sin una distinción de categorías de competencia de baile, que usualmente se organiza según edad, tipo de experiencia, o incluso género, la eliminatoria ayudó a reducir la cantidad de postulantes bajo las mismas condiciones y oportunidades, donde lo importante fue la capacidad creativa del movimiento.

Durante la contienda, se entretejieron diversidad de formas y estilos que parecían surgir de manera espontánea: brilló el breakdance, el hip hop, la danza contemporánea, y hasta llegué a reconocer alguna que otra figura de zapateo. La improvisación implicó poner en marcha la imaginación creadora de cada unx, así como también requirió que cada bailarínx posea una conciencia perceptiva del propio cuerpo, del entorno y de sus elementos. Pasada tras pasada hubo un intercambio continuo de información, saberes y emociones. En varias ocasiones me pareció observar en los rostros de lxs competidorxs tintes de admiración mutua. Durante los rounds, mientras unx bailarínx maniobraba, el/la contrincante de turno esperaba en un rincón concentradx y entusiasmadx por lo que se desplegaba ante sus ojos. Sus miradas proyectaban un brillo que solo pude traducir como de fascinación y entusiasmo contagiante. En esos momentos la competencia pasaba a un segundo plano y se perdía de vista la batalla, no había enfrentamiento, solo había un diálogo, una construcción poética conjunta.

Bajo la misma sintonía, el jurado compuesto por Jesús Guiraldi (Argentina), Anabella Pirosanto (Argentina/Francia) y Bryan Doisy (Francia) también brilló en la pista. Si acaso quedaba alguna duda de sus habilidades, cada unx a su manera se adueñó de la atención del público. Las tres performances fueron las bisagras entre instancias de la competencia, y se vivenciaron como momentos de distensión y de celebración.  Al final, todo decantó en la última contienda, donde los nervios y el cansancio del momento pasaron a jugar un papel importante entre lxs finalistas: Ignacio Cabezas y Lucia Giachero. Fue un momento cúspide, donde el lenguaje corporal de lxs bailarinxs buscó envolvernos con historias llenas de sensaciones intensas y descontroladas, de modismos íntimos y pequeños, de momentos de inmovilidad y quietud. Apelaron a la interacción con el público, jugaron a romper los límites que contenían el espacio escénico, hicieron uso de su técnica al extremo. Entonces, confirmé que se habían materializado aquellas ideas primarias con las que me había predispuesto a presenciar la competencia, entrar al vacío y darle forma, libertad de crear, valentía. Aunque el desempeño fue parejo, cuando el torbellino de la batalla culminó, fue consagrada ganadora de la competencia 2024 Lucía Giachero. Quién además fue galardonada con una beca completa para la segunda etapa de EME 2025.

La Competencia Experimental consistió en una labor individual, aunque invitó de manera colectiva a que la información elaborada fluya de unx en unx, a que se contagie de manera progresiva la energía vital del movimiento. A partir del mínimo gesto personal se buscó cruzar las fronteras dancísticas autoimpuestas, sociales y personales. El baile como parte de la cultura nos identifica, nos hace parte de algo, por lo que atravesar ciertos límites es imperante para encontrar nuevas formas de transitar este mundo y, con ello, descubrir nuevas realidades. Los paradigmas cambian estrepitosamente en los tiempos en que vivimos, por eso, emprender la búsqueda de una reconfiguración en la danza, desde su esencia hasta sus componentes fenotípicos, no es casual. Congregar talentos que se perfilan hacia el cambio y el profesionalismo sin duda “representa el motor necesario para seguir caminando juntxs, para que el movimiento genere más movimiento”, según propone, con toda justicia, el programa del Festival. 

 

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*Foto portada: Florencia Fernández

Acerca de:

Erica Beltramino

Como productora de modas, inicia en el teatro under diseñando vestuario y asistiendo en producción y dirección. Actualmente cursa las últimas materias de la Licenciatura en Curaduría en Artes en la Universidad Nacional de las Artes, Buenos Aires. Integra un proyecto curatorial que se apoya, principalmente, en un trabajo de autogestión y de cooperación entre artistas y otros agentes culturales, a fin de construir una red de difusión de mayor amplitud.

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