Me verás caer (y levantarme)

Me verás caer como una flecha salvaje
Me verás caer entre vuelos fugaces

En la ciudad de la furia – Gustavo Cerati

En diciembre de 2001, Argentina tocó el fondo de una crisis política, económica, social e institucional de gran magnitud. En respuesta al famoso “corralito”, el 19 y 20 de ese mes hubo una gran cantidad de saqueos y una protesta social en ascenso al grito de “que se vayan todos”. Como en una serie de instantáneas, la secuencia visual cotidiana se hallaba compuesta por imágenes de pobreza, desempleo, crisis social, estado de sitio, huida del presidente en helicóptero, represión… La multiplicidad de sucesos atravesada por un nivel desmedido de violencia institucional se condensa en la imagen de Jorge Cárdenas tirado en las escalinatas del Congreso tras ser alcanzado por dos disparos de bala de plomo. La imagen de Cárdenas, primer herido durante la represión de aquel diciembre trágico, es la que opera como disparador de esta interesante puesta multidisciplinar elaborada a partir de los siguientes interrogantes: ¿cómo contar una tragedia tan grande e íntima desde el propio cuerpo? ¿puede el movimiento narrar la Historia? ¿qué aspectos de esa Historia resuenan, todavía, en nuestros huesos?

La fotografía tomada por Gonzalo Martínez marca el inicio de la locura represiva vivida en ese momento. Al traer al presente la figura de Cárdenas, nos vemos invitadxs a realizar el ejercicio de recordar nuestro pasado reciente, dejando que esa imagen cobre efecto y sentido a partir de reflejar la realidad actual. Esa imagen, que funciona como un organizador del material físico de la obra y a la vez como trampolín para llevarlo a extremos de mayor vertiginosidad y explosión, genera un paralelo que pone en tensión la fuerza física con la fuerza de las bases sociales, ambas movidas también hacia dos polos opuestos que remiten a ciclos de caída y recuperación.

De la misma forma, se presentan en Recorte de Jorge Cárdenas cayendo otros rasgos que operan como binomios opuestos y que en sus distintas graduaciones van construyendo un clima cautivante. Es muy atinada la alternancia entre el sampleo de Fernando Toth, los momentos de silencio y la irrupción de una percusión construida con elementos reciclados (latas, plástico, tachos de pintura) que remite al sonido de las masas movilizadas en la calle. Es interesante el contrapunto que provoca la contundencia de de los cuerpos de lxs integrantes de la Cía. Terceto con las transparencias y sombras que genera el diseño audiovisual de Paula Coton. El colectivo audiovisual Pariguayo incorpora otras imágenes de aquellos días que aportan a la creación de una puesta en escena trágica, áspera, dura y contundente como el mismo concreto de las calles que sostuvieron todos esos acontecimientos.

En un aspecto más simbólico, la figura de Cárdenas viene a representar la violencia y la irracionalidad del Estado, es un símbolo de la brutalidad de aquella época que genera una tensión entre un pasado no tan lejano y un presente que parece no ser muy diferente. Su cuerpo cayendo es el cuerpo de una sociedad herida una y otra vez, que denuncia una realidad que sigue presentándonos a diario casos de fuerzas de seguridad con vía libre para matar. Su cuerpo cayendo también es el cuerpo de lxs acróbatas trabajando a un nivel de riesgo extremo y con una precisión quirúrgica. Esos cuerpos remiten a lo sacudido, a lo violentado, son cuerpos que esquivan, que vuelan, que se avalanchan, que arman estructuras y se arrojan hacia ellas como piedras; son cuerpos heridos, tirados, presentes; son cuerpos que intervienen, que encarnan la contundencia de la imagen para denunciar, resistir, comunicar y aportar a la construcción de una memoria colectiva.

*Fotos: Pigu Gomez